viernes, 27 de mayo de 2011

Ateísmo político (desordenado)

Una de esas carambolas aeroportuarias que casi siempre deparan algo interesante me hace dar con un ejemplar gratuito de Libération, donde se publica un extracto de un diálogo (un tanto desconcertante) entre el filósofo André Glucksmann y el europarlamentario Daniel Cohn-Bendit a cuenta del concepto de “liberal libertario”. Me llama la atención la definición que da Glucksmann del "ateísmo político", que bien podría enlazarse con el “ateísmo comercial”, de cuyos perseguidores (las Iglesias Cristiana y la Comunista-que diría Bertrand Russell) nos habla Escohotado en Los Enemigos del Comercio. Esta forma de ateísmo podría aproximarse como la adhesión pragmática (es decir, racional) a una serie de principios políticos (y económicos), como el del respeto a las leyes, que tiene como fin maximizar la libertad individual. Creo que este modo de acercarse a la política sólo permite inclinarse por opciones alejadas de las fórmulas utópicas. Así, creo que es difícil encontrarse con “ateos políticos” que no defiendan alguna variante del estado liberal (como Glucksmann o Cohn-Bendit).

Con las largas horas de vuelo a cuestas pienso que es posible que esa forma de ateísmo esté más presente entre quienes mueven los resortes del poder político de lo que pensamos -por fortuna; que es una forma de acercarse a los problemas políticos que tiene de su lado la fuerza del debate sincero y de la discusión, pero que no tiene más sustento que sus resultados (a diferencia de las posiciones doctrinarias que siempre encontrarán el sustento de la fe); que es posiblemente el modo de entender la política que mejor se adapta a la era de Google y de los algoritmos y pienso también-cómo no- en la protesta de Sol que, en un acto de fe en toda regla, convencida de ser el lugar donde las recetas para ese otro mundo posible (y mejor, se entiende) podrían por fin concretarse, se consideró legitimada para quebrantar la jornada de reflexión. Y mientras que pienso en todas estas cosas con las pocas neuronas funcionales que me quedan, veo en las pantallas del aeropueto cómo Berlusconi, el hombre que se confecciona con la habilidad de un sastre milanés leyes a medida para eludir la cárcel, explica a Obama que en Italia hay una dictadura: la de los jueces de izquierdas que se empeñan en perseguirle.

Pienso finalmente que podría hilvanar todo esto para intentar llegar a alguna conclusión contundente pero no me parece que merezca la pena. Y no porque Montanelli nos advierta que en los combates de la fe contra la razón que ha presenciado la Historia, la primera casi siempre ha salido ganadora: simplemente hay cosas que no pueden hacerse con jet-lag.

4 comentarios:

  1. Usted perdone lo plano del comentario. Uno puede compartir genéricamente el ideario pero luego no debería mirar de cerca. André Glucksman renegó recientemente de su apoyo a Sarkozy para pasarse a las filas de DSK. Me temo que se ha quedado sin candidato, pero no tardará en encontrarle un sustituto.

    Cohn-Bendit es un tribuno muy necesario en Bruselas, donde los debates suelen ser soporíficos. Sin embargo, una vez le escribí para que me explicase cómo conciliaba su denuncia a los nacionalismos con la alianza que su grupo de los Verdes ha sellado en el Parlamento Europeo con los nacionalistas, y no me respondió.

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  2. Los comentarios se agradecen, y más los de viejos conocidos, Josepepe. Habrá que ver por quién opta AG de cara a las próximas presidenciales, porque DSK era un socialista especial. No olvidemos además que parece que MLP puede igualar el resultado de su papaíto hace diez años. Y sobre la incoherencia de CB, no es cosa tan rara en el campo progresista (por eso algunos nos hicimos arcadianos). Lo raro habría sido que se lo explicara.

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  3. Le envié esa carta (la única que he escrito en mi vida a un representante) cuando me enteré de que CB había abandonado el hemiciclo del Parlamente europeo en el momento de la entrega del Premio Sajarov a Basta Ya, premio que recogió Fernando Savater. Yo había votado por los Verdes en esa elección y la indignación que sentí entonces me llevó a titular la carta así: Creía haber votado ecologista y resulta que he votado nacionalista.

    CB es es partidario de una candidatura única de izquierdas ya en la primera vuelta de la presidencial francesa del próximo año, o sea del apoyo de los verdes al candidato socialista, previendo la alta votación que obtendrá MLP. No es su única discrepancia con sus correligionarios verdes. Las malas lenguas dicen que tiene las cuotas impagas y se niega a abonarlas.

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  4. Un gesto bastante lamentable por parte de CB, sí. E imagino que lo que propone en Francia es una jugada para dejar a Sarkozy fuera de la segunda vuelta, no vaya a pasar como con Jospin. Me parece arriesgado.

    Por cierto que Savater escribió hace poco un artículo intachable sobre lo de Bildu (contestando entre líneas a Espada y a Gabilondo).Aunque yo lo que llevo esperando semanas es un artículo suyo sobre el "movimiento 15M".

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